Carmen Alborch, Asunción Ventura y Susana Ros son las tres mujeres que compusieron la mesa redonda que se celebró en Castellón con motivo del Día Internacional de la Mujer en la que se analizó la implicación de las mujeres en la Constitución de 1978 y el papel que sus acciones han tenido en nuestro presente.

• Asunción Ventura, coautora del libro Las mujeres parlamentarias en la legislatura constituyente.
• Carmen Alborch, Senadora.
• Susana Ros, Diputada Nacional por Castellón.

Asunción Ventura, recogiendo las conclusiones de su libro Las mujeres parlamentarias en la legislatura constituyente, resaltó cómo el movimiento feminista fue muy decisivo durante la Transición, así como lo fue también en las primeras elecciones tras la dictadura. Las primeras mujeres parlamentarias tuvieron mucha importancia en la elaboración de las leyes, fueron una parte activa del proceso de desarrollo del nuevo contexto normativo que inauguraba la nueva democracia española.

Teresa Revilla, la única mujer que participó en la comisión que redactó la Constitución española de 1978, en su discurso sobre el artículo 14 dejó patente que pese a haber conseguido algunos cambios en la situación de las mujeres, estos no se iban a quedar ahí, puesto que aun quedaban muchos otros aspectos que modificar.

La intervención de las mujeres parlamentarias de la legislatura constituyente de 1977-1979 fue intensa y todas ellas tenían una gran visión de futuro sobre el tema de la igualdad. Todas las mujeres que participaron en este proceso constitucional eran mujeres rompedoras e, independientemente de la ideología política, todas ellas trabajaron para que los derechos fueran más igualitarios.

Durante su intervención en la mesa redonda, Carmen Alborch incidió especialmente en el empoderamiento. Estas mujeres parlamentarias fueron elegidas por ser referentes políticos, la lección que nos transmiten estas mujeres es «la capacidad de ponerse de acuerdo, de aliarse y de empoderarse».

La senadora Carmen Alborch nos recordó que pese a los cambios producidos, el poder sigue siendo masculino, por eso las miradas de la mujeres aportan aspectos, necesidades y dificultades diferentes de la realidad. Estamos avanzando (ahora menos), pero nos falta empoderamiento en política: necesitamos más poder, autoridad y representación en este espacio.

Y en último lugar, Susana Ros incidió en cómo la transversalidad de género debería estar incorporada en todas las políticas como una acción que promueve y garantiza la igualdad.

En estos momentos en los que estamos en un proceso de retroceso en las políticas de igualdad, es momento de exigir con mayor rotundidad NI UN PASO ATRÁS EN IGUALDAD.